Mañana estaré en San Sebastián en el I Encuentro Nacional de la Blogosfera Pública que, en el marco del Congreso de la Ciudadanía Digital, ha organizado el Club de Innovadores Públicos (CIP). Estoy convencido que será una oportunidad única para aprender de primera mano y en un contexto innovador acerca de los problemas, dificultades, desafíos, retos... a que se enfrentan hoy día las Administraciones Públicas. Sin duda que el herogéneo y cualificado grupo de participantes justifica por sí mismo la asistencia al evento, de manera que si alguien puede y se anima ¡que no deje de asistir! Allí nos veremos. Mientras tanto, nos quedamos con el boletín especial que se ha preparado al efecto.
Para ser sincero ya no recuerdo muy bien las razones por las que comencé a escribir este blog. Seguramente me picó el gusanillo y por la curiosidad de probar algo nuevo me puse manos a la obra sin saber muy bien (todavía hoy no lo tengo claro) cuál sería el objetivo a perseguir. De hecho, creo que la ausencia de un propósito claro también explica la falta de constancia en mi dedicación al proyecto, aunque debo reconocer que, al menos hasta el momento, no lo he dejado del todo abandonado...
En todo caso, debo destacar que el fenómeno de los blogs ha supuesto una auténtica revolución en la comunicación de las ideas propias y ajenas, pespectiva que también tiene su importancia: hay autores que por su cualificación ya te dan una idea, normalmente muy aproximada, de la valía de aquellos blogs a los que siguen. De este modo se ha creado una comunidad no formalizada que, gracias a su dedicación y generosidad al compartir su conocimiento y sus inquietudes, nos ofrecen una visión muy sugerente del proceso de modernización en el que se encuentran inmersas (todavía hoy, y hoy más que nunca) nuestras Administraciones Públicas. Y lo mejor de todo, no es necesario apuntarse a un curso, pagar tasas (con beca o sin ella), hacer actividades en un plazo determinado... sólo relajarse y disfrutar del regalo que recibimos cada vez que aparece una nueva entrada de este o de aquel blog. Creo que esto es lo mejor que me he llevado de mi experiencia en la blogosfera pública.
Para ser sincero ya no recuerdo muy bien las razones por las que comencé a escribir este blog. Seguramente me picó el gusanillo y por la curiosidad de probar algo nuevo me puse manos a la obra sin saber muy bien (todavía hoy no lo tengo claro) cuál sería el objetivo a perseguir. De hecho, creo que la ausencia de un propósito claro también explica la falta de constancia en mi dedicación al proyecto, aunque debo reconocer que, al menos hasta el momento, no lo he dejado del todo abandonado...
En todo caso, debo destacar que el fenómeno de los blogs ha supuesto una auténtica revolución en la comunicación de las ideas propias y ajenas, pespectiva que también tiene su importancia: hay autores que por su cualificación ya te dan una idea, normalmente muy aproximada, de la valía de aquellos blogs a los que siguen. De este modo se ha creado una comunidad no formalizada que, gracias a su dedicación y generosidad al compartir su conocimiento y sus inquietudes, nos ofrecen una visión muy sugerente del proceso de modernización en el que se encuentran inmersas (todavía hoy, y hoy más que nunca) nuestras Administraciones Públicas. Y lo mejor de todo, no es necesario apuntarse a un curso, pagar tasas (con beca o sin ella), hacer actividades en un plazo determinado... sólo relajarse y disfrutar del regalo que recibimos cada vez que aparece una nueva entrada de este o de aquel blog. Creo que esto es lo mejor que me he llevado de mi experiencia en la blogosfera pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario